África (Torremolinos 2003) 40x20x10cm. |
El soporte de madera evoca por una parte la fragmentación artificial a que ha sido sometido el continente por las colonizaciones europeas, sin respeto ninguno a las fronteras naturales y causa de muchos de sus problemas actuales, y por otro lado la deforestación agresiva que está sufriendo la selva africana, producto de la especulación y de los gobiernos corruptos mantenidos y armados por los especuladores.
La máscara africana de la cabeza contextualiza el conjunto y se convierte en un recuerdo de la riqueza cultural ignorada y mancillada por los explotadores de sus riquezas naturales y por las religiones colonizadoras.
África, cuna de la humanidad, continente permanentemente agredido desde hace siglos por quienes han pretextado civilizarla; primero masacrando a su población con la esclavitud; luego se encargó el imperialismo decimonónico de desgajarla y repartirla en territorios que no respetaron pueblos ni culturas, y finalmente vino otra forma de imperialismo para explotar sus grandes recursos naturales mediante gobiernos títere corruptos que han terminado de generar el estado de miseria y violencia en que vive la mayor parte del continente. Ahora, se cierran las puertas del “mundo civilizado” a los africanos que intentan, jugándose la vida, salir de la miseria y la violencia inducida por ella.
La figura humanoide, sentada en un plano inclinado, que acentúa su inestabilidad, otea el horizonte con mirada perdida, intentando ver algo de futuro, algo de esperanza, o una tierra de promisión en el Norte, en el mundo del despilfarro.