Deprisa


Deprisa (Torremolinos 2000) 27x27x20cm.
En Deprisa Héctor juega de nuevo con los contrastes para configurar una escena llena de ironía. Hay contraste entre las dos figuras, una galvanizada y la otra óxidada; una con cabeza de ladrillo y la otra de concha. Hay contraste a su vez con la piedra de ónice que sirve de soporte al grupo, pero en el fondo de estas apariencias las figuras que vuelan sobre una singular “madre tierra” son iguales en su comportamiento: todo el mundo tiene prisa, los especuladores del ladrillo y los amantes de las playas del Caribe, y corren atropelladamente sin tener en cuenta sus posibilidades de choque y de autodestrucción; si actúan así contra su propio cuerpo ¿qué no harán con el de los demás?
El ladrillo y el turismo agresivo de sol y playa se convierten en aliados para maltratar y destruir muchos espacios naturales.