S.O.S.



Materiales: trozo de árbol, alambre, cadena de moto-sierra, restos de latas y objetos metalicos. Medidas: 115x60x35 cm. Año 2012
Nos vemos de nuevo ante uno de esos garabatos de alambre que se despliega en dos dimensiones, transmitiéndonos una sensación de liviandad aunque su figura no sea esbelta. Es una imagen hiriente en el plano físico y en el psicológico. El contorno de su tronco y el del hueco que encierra están erizados de púas muy agudas que producen un fuerte rechazo a la sensación táctil que llevamos en la mirada, es como una corona de espinas alrededor de todo
su cuerpo. La enorme y desproporcionada cabeza que lo remata impone su peso por ser maciza e imprime al conjunto una expresión de dolor y alarma con sus ojos desorbitados y su boca desmesuradamente abierta en un rictus de angustia. Es, tal vez, el trabajo más expresionista de la producción del autor.
No es la primera vez que se implica en este leguaje;Héctor Cana muestra a través de sus obras una especial atracción por el expresionismo; el Grito de Edvard Munch; el Guernica, del que reproduce un fragmento tallado en madera en su obra Sin palabras; Antonio Saura; Francis Bacon; las pinturas negras de Goya, o la expresividad violenta de la materia en Manuel Millares, entre otras, son obras y artistas que le han guiado en su quehacer artístico; pero él no practica la abstracción; sus figuras no son naturales sino esquemáticas hasta un punto en el que siempre son reconocibles y nunca faltan las que de una u otra forma representan formas humanas. En ese sentido se puede decir que Héctor Cana es un humanista.
¿A quién y por qué grita pidiendo socorro este personajillo surgido de un montón de chatarra tal vez "olvidado" en cualquier rincón del planeta? Motivos tiene la Madre Tierra para reclamar nuestra atención, incluso para pedir socorro y que alguien la defienda de tantas agresiones.